La revolución, o cómo te expulsé de mis tierras
Hoy me vi como era, me vi como un Yo, conquistador de tierras hostiles donde me vi derrotado hace algún tiempo por lo inevitable. Sumisamente rememoré lo acontecido; y me despedí.
Hoy, reclamo el reino de la cama que hizo suya; y expulso los demonios del recuerdo de sus manos. Hoy. El aroma de esa mujer, disipado por los meses se evapora en la habitación.
Viva la revolución! Decía mi yo revolucionario al derrocar la ultima monarquía que gobernó, mi cama, mi alcoba, mi almohada; al momento que era nuestro.
Hoy, reclamo las sábanas, caparazón de mis debilidades, y siento que he logrado retomar lo que era mio… al menos por esta noche…