Llueve… (o cómo la tierra huele a ti)
El sábado me decía un amigo, “hombre, que no se como has hecho para mantenerte soltero tanto tiempo…”, esto en relación al hecho que llevo más de dos años soltero. Hay un punto en la vida en que nos damos cuenta que las relaciones son efímeras. Las etiquetas, los procesos y momentos se van y vienen como las temporadas y la lluvia.
A veces viene gente y le abres la puerta y te motiva saber que no te equivocaste. A veces te equivocas y listo, no queda de otra que seguir…Disfrutas el viaje por el tiempo que dure, y luego de eso dices adiós. Es natural. No hay nada malo en entender que eso del vivimos juntos para siempre no es sino -en la mayoría de ocasiones- conformarse con las cartas que te han tocado jugado al poker. Que eso de seremos amigos, confidentes, amantes por siempre, es, en palabras de Kar-Wai Wong, como una lata de piñas, sellada, poco apetecida incluso, pero siempre con fecha de expiración. Aunque a veces…debo admitir que me entra el gusto por las frutas y bueno…. que rico pensar en robar un beso y cultivar, pero esas son otras historias para días menos lluviosos…
Cuando dejé de preocuparme en odiar, reprochar, y alejar gente de mi vida; en ese momento fue cuando dejé de buscar algo que no es esencial. Caminamos por la noche y llueve, y la tierra huele a ella, mi ideal nocturno. Las caricias de una dama, hecha demonio por las noches me recuerda las pasiones ocultas en la tierra y el cultivo; y la lluvia, que rica la lluvia tormentosa como esa silueta.
Esto último, por alguna razón me ha recordado a esa obra maestra: Chungking express (重慶森林) del ´94. La lluvia, el time-stop-and-goes-by–concept de esa obra me hace pensar en tantas cosas. La lluvia, hoy mientras leía mi libro 18 del reto de leer 28 libros de aquí a que acabe el año, me hacía pensar en cómo el titulo de ese libro de Hawking (The theory of everything) me acusaba recibido de mis dudas y problemas y reafirmaba lo obvio. No somos lo suficientemente maduros para tener una teoría del todo….la vida es muy complicada para entenderla, y es mejor aceptar que simplemente es. Lo que se va, se irá, incluso ya se fue…y lo que queda, pues ese es el barro que muchos llaman inspiración…