Ombligo
Moja el agua ardiente, la vertiente que viaja desde el cuello hasta tu vientre y se pierde sin piedad.
Sabe el alcohol, a alcoba destilada, por el frio de noviembre, que estremece sus pies.
Vive, el turquesa caramelo, con olor a pimentón y un beso a las faldas del riachuelo.
Suerte, la pasión con que arremeten los mordiscos dulcemente, escapando soledad.
Miente, sueña, reencarna, el animal que habita bajo la piel
y araña con lujuria y tempestad.
Duermen, mis mejillas en tu ombligo, soñando de los cariños que hicieron
de ti una bestia docil, al ritmo de una respiración,tu, mi fiera,
dormiste….