Eramos solos tu,yo y el mundo….

En la esquina de Almader’an,  tu y yo, yo y tu eramos chavales creciendo contra el hierro frío de la vida. El espejo desnudaba nuestras imperfecciones y realzaba nuestros sueños. Crecimos al aroma del café en las mañanas y la risueña sonrisa de una chica que perseguía cachorros en las calles rurales de Jerez.  Por años caminamos con ella, y reimos a sus pies.Nos enamoramos de la misma chica, y lloramos a la vez por el rechazo de un beso que se despedía como ella, al abordar el tren a Masaya en el anden. Era el invierno del 86, y ella se perdia a lo lejos, como el verano del 63.

Vivimos la guerra de los Somoza,  por la historia de nuestros abuelos, y lloramos la muerte de los tios, primos y otros familiares alejados que cayeron en las manos enemigas de esos enmascarados al bailar de un revolver, cuatro balas y un disparo al quemaropa. Asi, vimos la muerte de largo de decadas que no teniamos, vimos la sangre a nuestros pies. Lloramos como lloró nuestra tierra, sangre de guerra y un último aliento de esperanza.

Sufrimos el rechazo de aquellos que renunciaron a nosotros. Sufrimos la agonía de las llamas cual fogata en la Patagonia. Se esfumo con mis sueños, y se esfumo contigo. Asi, ambos niños crecieron, y tu, inocente,dejaste tu alma ir,dejaste tu cuerpo en mi, y no me quedo mas que crecer

El aroma del cafe en las mañanas se hizo amante de aquel cuerpo, y aquel cuerpo, degustó de aquel aroma a café que traía el aliento de la mañana al besarle.

Soy y a la vez eres, aroma, tierra, sangre  y granel. Voy, contra el viento, el sudor, la sonrisa risueña de una idea y un chico que se forzó a crecer.

Asi, era cada mañana tu y yo, yo y tu frente al espejo. salíamos de aquel cuarto dispuestos a romper el mundo, y entonces lo hicimos….uno de los dos creció. .