Bajamos nuestros muros, y la lluvia hizo de las suyas…
En algún lugar, en las montañas de Alajuela, llegando al Poás, en el verano del 74, yo me acercaba a ella un tantito, o al menos suficiente para robarle un beso, o intentarlo. Nuestro miedo, como lluvia, caía. Sus labios, humedos cual humedal, mordían mis palabras y obligaba a improvisar el momento que tanto habiamos esperado. La tormenta se acercaba y ella, por momentos tomaba mi mano y me aseguraba que todo estaría bien….Pero yo tenía miedo….
Ambos prometimos bajar nuestros muros, y salir juntos a caminar, a mojarnos con la lluvia de Abril, y soñar con la brisa de diciembre. Me era dificiil al principio, entender el sentimiento de tranquilidad que aquella mirada llevaba a mi, pero pronto, entendi mejor lo que ella intentaba decir…
En silencio, nuestras manos se comunicaban y enlazaban entre si. Era como si ambos nos dejaramos ir al ritmo de un beso que todavia no llegaba, pero aun así, yo añoraba su cercanía y ella mi silencio. Aquella chica,bajo la lluvía, brindaba una sonrisa en mis mañanas….
En silencio, un beso y una mirada hacen de las suyas, mientras ella se acerca por cuenta propia, Hoy, llueve mucho, pero ella, me dice que todo, hoy tambien estará bien.