Black Panther: Wakanda Forever – El homenaje que no fue –
Overview
La reina Ramonda, Shuri, M’Baku, Okoye y las Dora Milaje, luchan para proteger su nación de la injerencia de potencias mundiales a raíz de la muerte del rey T’Challa. Mientras los wakandianos se esfuerzan por adaptarse a su nueva etapa, los héroes deben actuar unidos, con la ayuda del Perro de la Guerra Nakia y Everett Ross, y forzar un nuevo destino para el reino de Wakanda.
Resumen: Black Panther: Wakanda Forever – secuela de Black Panther (2018) y la 30ª película del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) – es una película decepcionante y aburrida, que no logra estar a la altura de su predecesora ni de las expectativas de muchos fans en la nueva etapa del MCU. Lamentablemente desperdicia el legado de Chadwick Boseman, quien interpretó al rey T’Challa / Black Panther en la primera película y falleció en 2020. Nota: El análisis contiene ciertos spoilers.
Formato, antecedentes e información general: La película se observó en formato IMAX. Black Panther: Wakanda Forever se basa en el personaje de Marvel Comics creado por Stan Lee y Jack Kirby. La película, que se filmó luego de la muerte de su protagonista, sigue a los habitantes de Wakanda, una nación africana ficticia con la tecnología más avanzada del mundo, que luchan por proteger su hogar de las potencias mundiales que intervienen tras la muerte del rey T’Challa. La película cuenta con el regreso de varios actores de la primera película, como Letitia Wright como Shuri, la hermana de T’Challa y la nueva Black Panther; Lupita Nyong’o como Nakia, la exnovia de T’Challa y espía wakandiana; Danai Gurira como Okoye, la líder de las Dora Milaje, las fuerzas especiales femeninas de Wakanda; Winston Duke como M’Baku, el líder de la tribu Jabari; Angela Bassett como Ramonda, la madre de T’Challa y Shuri; así como Martin Freeman en el papel de Everett Ross, un agente de la CIA aliado de Wakanda. La película también introduce a nuevos personajes, como Tenoch Huerta en el rol de Namor, el rey de Atlantis y el principal antagonista; Dominique Thorne como Riri Williams, una joven genio que crea su propia armadura inspirada en Iron Man; Michaela Coel como Aneka, una guerrera rebelde que lidera un grupo llamado las Medianoche; Mabel Cadena como Namora, la prima de Namor y su interés amoroso; y Alex Livinalli como Attuma, un señor de la guerra atlante que se alía con Namor.
La película se estrenó el 11 de noviembre de 2022 en algunos cines y alrededor del 23 de noviembre en Disney+ en Latinoamerica. Wakanda Forever, recibió críticas mixtas por parte de la prensa y del público, pero a pesar de esto fue nominada a dos Oscar a los mejores efectos visuales y al mejor diseño de producción. Sin embargo, perdió ante Spider-Man: No Way Home. A continuación, analizaremos los aspectos más relevantes de la película: dirección, fotografía, banda sonora, narrativa y originalidad.
Dirección: La dirección de Ryan Coogler – quien regresa para esta secuela – es deficiente, ya que no logra crear una historia que brinde un mejor cierre al legado de Chadwick Boseman. Por el contrario, el manejo de la muerte del actor, y su injerencia en cómo el protagonista muere en la película se da a través de un pésimo tratamiento. La película es lenta, y no consigue generar ninguna empatía con los personajes ni con el espectador. Coogler no equilibra el tono ni el ritmo de la película, y se pierde en subtramas innecesarias o confusas – Criticamos al Martha! de Snider pero, hablemos también del chico sin amor –. Así, la historia se alarga en escenas que no aportan nada a la trama principal y distraen.
Como mencionamos antes, esta es la segunda película dirigida por Coogler basada en el personaje de Black Panther, después del éxito rotundo que tuvo la primera película en 2018, que aún con sus falencias, logró alcanzar a un nicho muy específico del mercado de forma exitosa. Sin embargo, esta vez Coogler no demuestra tener ninguna visión ni estilo propios, y se limita a repetir fórmulas ya vistas en otras películas del MCU. Coogler no explora las consecuencias emocionales ni políticas de la muerte de T’Challa -. oportunidad servida en bandeja de oro, por circunstancias de la vida para haber explorado la vulnerabilidad de ese pueblo y sus habitantes -, ni tampoco desarrolla adecuadamente a los nuevos personajes que introduce. Coogler parece más interesado en conectar su película con el resto del universo compartido que en contar una historia propia e independiente, pero al final, ni una ni la otra.
Fotografía: La fotografía de Black Panther: Wakanda Forever es aceptable pero no sobresaliente. Son el ejemplo de una película realizada en la maquila de Disney donde se sigue un guion al pie de la letra. Es decir, que, aunque tiene algunos planos bonitos que muestran los paisajes naturales o urbanos de Wakanda y Atlantis, también tiene otros que son oscuros o borrosos. La película abusa de los efectos digitales, que a veces son impresionantes pero otras veces son evidentes o poco realistas. La película no tiene una identidad visual clara ni una paleta de colores definida. De igual manera se nota la diferencia entre las escenas rodadas en exteriores y las creadas por computadora. El único punto a favor, no obstante, es el vestuario en el cual se innova un poco a partir del éxito de la primera.
La fotografía de la película es obra de Dariusz Wolski, un veterano director de fotografía que ha trabajado en películas como Pirates of the Caribbean, Prometheus o The Martian. Wolski intenta darle a la película un aspecto épico y espectacular, pero también cae en el uso de clichés visuales como las explosiones, las persecuciones o las batallas masivas. Wolski no logra captar la esencia ni la belleza artística de Wakanda ni de Atlantis como James Cameron con Avatar, ni tampoco crea una atmósfera taquillera envolvente o inmersiva para el espectador como Michael Bay en sus escenas de acción.
Banda sonora: La banda sonora de Black Panther: Wakanda Forever se define en Meh! La película tiene algunas canciones originales que intentan mezclar elementos africanos y urbanos, pero que no tienen ninguna fuerza ni personalidad. No hay una tonada épica que tararear al acabar la película ni una escena que te pusiera los cabellos de punta. La película también tiene algunos temas instrumentales que acompañan a las escenas de acción o de drama, pero hasta ahí. La película no tiene ningún tema memorable ni icónico – recordemos a contrario sensu- como aquel de los Avengers en sus primeros años que todavía retumba en nuestras cabezas. No, nada pues tampoco aprovecha el potencial musical de los personajes o de los escenarios.
La banda sonora de la película es obra de Ludwig Göransson, un compositor sueco que ya había trabajado con Coogler en la primera película de Black Panther, así como en Creed y Fruitvale Station. Göransson ganó el Oscar a la mejor banda sonora original por su trabajo en Black Panther – donde nos permitimos decir que, fue extremadamente sobrevalorada en nuestra opinión -, donde creó una música innovadora y vibrante que combinaba instrumentos tradicionales africanos con ritmos modernos y electrónicos, pero de ahí a ganar un Oscar, no sé. Sin embargo, en esta secuela Göransson no consigue repetir el éxito ni la calidad de su anterior trabajo, y se limita a reciclar algunos temas o a crear otros genéricos y sin gracia.
Narrativa: La narrativa de Black Panther: Wakanda Forever es desastrosa y confusa. La película tiene una trama principal que gira en torno al conflicto entre Wakanda y Atlantis, provocado por la ambición de Namor –el chico sin amor – y la venganza de Aneka. Sin embargo, esta trama se ve interrumpida constantemente por otras subtramas que no tienen nada que ver con ella, como la aparición de Riri Williams, la búsqueda del nuevo Black Panther o el regreso de Killmonger – llamémosle como es: fan service -. La película no tiene un hilo conductor claro ni una estructura definida, y salta de un lugar a otro sin ningún sentido ni coherencia.
La película también tiene muchos problemas de guion, como diálogos pobres o forzados, personajes planos o inconsistentes, motivaciones ilógicas o incoherentes, agujeros de guion o contradicciones con otras películas del MCU. La película no profundiza en los temas ni en los conflictos que plantea -una oportunidad genial que fue desaprovechada por la falta de visión -, y se queda en la superficie o en los clichés. La película tampoco respeta ni honra el legado de T’Challa ni de Chadwick Boseman, y lo trata con indiferencia o irreverencia al sacar al elefante del cuarto, en los primeros cinco minutos de película para no mencionarlo nunca más.
Originalidad: La originalidad de Black Panther: Wakanda Forever es escasa. Al final del día es otra película de superhéroes. La película no aporta nada nuevo ni diferente al género, ni al MCU, y se conforma con seguir la fórmula establecida por otras películas anteriores para generar dinero. La película no tiene ninguna sorpresa ni giro argumental que sorprenda al espectador, y se vuelve predecible y repetitiva. La película tampoco tiene ninguna escena memorable o impactante que quede en la memoria del espectador, y se pierde entre el montón de otras películas similares.
La primera película de Black Panther fue un hito cultural e histórico por ser la primera película del MCU protagonizada por un superhéroe negro y ambientada en África, con un reparto mayoritariamente negro y un director negro. La película fue aclamada por la crítica y el público por su calidad artística y su relevancia social, y fue nominada a siete Oscar, incluyendo el de mejor película – debatible en calidad, pero entendible como un fenómeno social- . Sin embargo, esta secuela no logra mantener ni superar el nivel ni el significado o impacto social de su predecesora, y se convierte en una película más del montón, sin ninguna calidad artística ni relevancia social.
Conclusión: Black Panther: Wakanda Forever es una película decepcionantemente aburrida, que tristemente en retrospectiva, suena a un éxito comparado con otras de las atrocidades que Marvel lanzó en los últimos años, pero no es más que un fan service para un nicho muy específico de mercado, cuando en realidad pudo ser muchísimo más.
Pros
- Fue inclusivo con el reparto.
- Éxito taquillero usando la fórmula conocida.
- A diferencia de Shang-Chi, me respetó como espectador para no ponerme un anuncio de BMW en medio de la película
- Variedad de vestuarios no encontrados en el resto de películas de Marvel
Cons
- Incoherencias en la trama - demasiadas-
- La motivación de Namor.
- Escenas de inclusión forzadas para la trama.
- Repite la formula al 100% - pero sin el ejercito de Wakanda-
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