Chronos. Continuando una visión cinematográfica.
Overview
Escenas cuidadosamente escogidas de la naturaleza y la civilización, vistas a alta velocidad usando la técnica de time-lapse, en un esfuerzo por demostrar la historia de varias regiones.
Resumen: Chronos es una obra que continua los aprendizajes del ahora director Ron Fricke. Con un concepto similar pero ahora alejado de la propuesta realizada en Koyaanisqatsi inicialmente, en el sentido que retoma algunas ideas, pero la visión final del largometraje lleva al espectador hacia otro final.
Este largometraje, cuya duración ronda los 43 minutos podría considerarse como un primer experimento del director en relación a su visión y aprendizajes previos. Algo que más adelante expandirá en Baraka y eventualmente Samsara.
Formato: Chronos tuvo un lanzamiento en Blu-Ray en 2007. Si bien, no fue tan elaborado como el de Baraka, la calidad no deja nada que envidiar, siendo extremadamente nítido gracias a sus negativos filmados para IMAX. A partir de las extras analizadas -lamentablemente, únicamente se compensa con un comentario del director- es posible entender más la visión del director pero principalmente las técnicas utilizadas.
Dirección: Chronos parece desplegar una visión clara a nivel de dirección. El director explora las ideas de una manera que no se sienten fuera de lugar. Con excepción de una escena en particular, donde la transición entre una locación y otra se realiza de forma aislada, la dirección, visión y estilo parecen claras y bien definidas.
La forma en que las tomas se mezclan con el sonido se da en perfecta sincronía y sin temor a equivocarme, podría decir que incluso la música – que puede ser lo mejor o peor según el espectador – juega un papel mayor al de Koyaanisqatsi. Acá, la música, como Chronos – En la mitología griega, era la personificación del tiempo, según se dice en las obras filosóficas presocráticas. – muestra su avance inevitable, imposible de variar ni alterar y acelerando a cada paso como el tiempo, alcanzando, un crescendo exquisito a los sentidos. Es en este aspecto donde la obra de Fricke mejora considerablemente en relación a Koyaanisqatsi.
A nivel de dirección, Chronos es una película que supera a la anterior donde Fricke tuvo participación. Su corta duración sin embargo, pareciese dejar mucho por contar y termina la experiencia visual de forma muy acelerada..
Fotografía: Sin lugar a dudas uno de los puntos más altos de este filme es la fotografía. Filmada en múltiples locaciones en el mundo, y mostrando una fotografía que no parece tener prisa alguna para transmitir el mensaje, Ron Fricke embarca al espectador en un viaje silencioso a lo largo de muchísimas situaciones cotidianas o que simplemente damos por sentado en nuestro día a día. Acá o en Hong Kong, la indiferencia colectiva es un mal en crecimiento. Parte de lo que hace único a este filme es la utilización de lo que se llama comúnmente time lapses. Un time lapse es una secuencia de video – similar a la mostrada arriba – donde se filma por un periodo prolongado de tiempo con pocos cuadros por segundo. Mientras tradicionalmente una película se filma a 24 cuadros por segundo, un time lapse podría ser filmado a 1 o 2 cuadros por segundo.
A nivel de fotografía también cabe destacar, que Koyaanisqatsi muestra las primeras pinceladas de la técnica utilizada por Ron Fricke en Chronos pero principalmente Baraka. Hablamos específicamente de esas tomas intensamente emocionales donde el foco de la fotografía recae en uno o varios sujetos. La emoción es invisible al ojo, y recae en el espectador imaginar el momento emocional del mismo. Una técnica poco utilizada, pero también vista en narrativa tradicional. El ejemplo más claro que podemos mencionar de esto podría ser Aki Kaurismäki con la conocida Trilogía de Finlandia. Estas escenas, aunque escasas en este film, vienen a amarrar perfectamente la indiferencia que el Director busca transmitir a través de los cerca de noventa minutos que dura el largometraje.
Banda Sonora: La banda sonora de Chronos es incomprendida a primera vista. También, podría considerarse anticuada en relación al estándar en bandas sonoras actualmente, sin embargo, a nuestro criterio, transmite correctamente la visión del director. A través de sus sonidos simples, repetitivos y en consonancia con el tempo de la obra, se nos guía a sentir más y más. Podríamos incluso pensar que ese sentimiento de imposibilidad que nace de escuchar algunos tramos de la banda sonora, fueron hechos a propósito para alcanzar más fácilmente el mensaje transmitido por el director.
Al igual que en la dirección, la crítica más grande en este aspecto es la culminación del crescendo auditivo, que sucede muy al final de a obra y por ende el final se alcanza de forma muy abrupta. Un poco más de espacio entre el inicio y final del tercer acto hubiese ayudado a apreciar más la obra. Esto, complementado con un mayor pacing al inicio del primer acto hubiese generado una experiencia más uniforme en lo que se refiere a la banda sonora.
Narrativa: El director nos lleva en un viaje por el pasado de la humanidad a través de aquellas civilizaciones que poblaron Grecia, Roma, Mesopotamia, etc, al igual que explorar el paso del tiempo y su efecto en el mundo – las montañas, los ríos, los causes, la erosión, las nubes -. Finalmente, exploramos la humanidad en los últimos veinte años y experimentamos una unificación de emociones al previsualizar la crítica del director. El hombre, antes y ahora; la naturaleza; el tiempo. ¿Cuánto tiempo nos queda a este ritmo cada día más acelerado? Estas y otras preguntas son planteadas de forma crítica y abstracta.
Es debatible si el director debería guiar un poco más o no al espectador, pues al final de cuentas, en el cine abstracto siempre es una posibilidad. Al analizar Chronos y compararlo con otras obras del autor como Baraka, no se puede evitar aceptar que la narrativa fue evolucionando en cada tratamiento. Acá, al igual que la fotografía, es uno de los puntos más altos.
Unicidad: Chronos no es la mejor obra en el género. Ni históricamente comparado con lo que había antes, ni en retrospectiva comparado con lo que se ha producido en documentales abstractos hasta el día de hoy. Sin embargo, es una obra que se siente unida por el trabajo de dirección, edición y sonido y parece tener una visión más clara que otras. Es un gran primer paso para el en ese momento director amateur Ron Fricke y nos lleva sin problemas al plantearnos la pregunta: ¿cuánto tiempo es necesario?¿cuánto tiempo es suficiente? y con ese mensaje alcanza el crescendo necesario para impactar al espectador. La mayor crítica que rompe un poco esta unidad es lamentablemente, su primer tercio de película. La visión del director demora mucho en ser plasmada y transmitida correctamente, haciendo que esa uniformidad a lo largo de la obra, no sea apreciada en su totalidad.
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