La Double Vie de Véronique – Un preámbulo de las obras por venir
La doble vida de Verónica
Cada uno de nosotros se corresponde en alguna parte del mundo, por nuestro doble exacto - alguien que comparte nuestros pensamientos y sueños
Overview
Weronika vive en Polonia y tiene una brillante carrera como cantante, pero padece una grave dolencia cardíaca. En Francia, a más de mil kilómetros, vive Véronique, otra joven idéntica que guarda muchas similitudes vitales con ella, como su enfermedad y su gran pasión por la música. Ambas, a pesar de la distancia y de no tener aparentemente ninguna relación, son capaces de sentir que no están solas.
Resumen: Sublime, misteriosa y poética. si bien, a mi gusto las obras posteriores de Krzysztof Kieślowski tienen algunas cosas mejor logradas, este filme resalta por un guiño al espectador al utilizar la narrativa de forma integral: texto, música, fotografía para guiarlo por un viaje de sensualidad, sufrimiento y auto descubrimiento.
Formato: Para efectos de este análisis, se tuvo la oportunidad de revisar la versión de Mubi . Una excelente versión con múltiples subtítulos para una variedad de usuarios. La película es mostrada en formato 16:9 y ha sido cuidadosamente restaurada a 4K.
Dirección: Krzysztof Kieślowski, mejor conocido como el director de La Trilogía del Color, nos brindaba pinceladas de lo que haría algunos años después tras una cámara. Lo cierto del caso es que algunas de las características del director se hacen presentes y muestran así su sello personal. No obstante, se muestra como una joya sin pulir dejando rasgos ásperos de su técnica, especialmente con algunas escenas o transiciones que podrían perder al espectador. Algunas leves divisiones entre el misterio y la mala ejecución durante algunas tomas que, aunque mínimas, impactan levemente pero de forma negativa la obra.
Fotografía: Es interesante la paleta de amarillo utilizada para mostrar la historia de nuestra actriz. Un color que si bien denota felicidad, podría a la vez denotar precaución. La dualidad en la fotografía se refleja en la narrativa de nuestros personajes, ambos opuestos. Sin embargo, lo destacable acá es la fluidez visual con que bailan las imágenes al son de la música. Las tomas, logradas con alto nivel de detalle, se enfocan en el personaje y la transmisión de una emoción y no en lo pomposo para comunicar un sentimiento.
Banda Sonora: Algo curioso es que el compositor ficticio: Van De Budenmayer, hace su debut acá y años después en Azul, la primera parte de la Trilogía del Color. Lo cierto es que la banda sonora es innegablemente de lo mejor que nos muestra. Los coros te apaciguan ante la tempestad de la emoción que busca despertar el director, creando así un hermoso y dulce contraste entre agonía y sensibilidad, cargado por la banda sonora.
Narrativa: El director juega con los simbolismos, reflejados en la dualidad de ambos personajes. Tal vez una representación de la Francia libre y la Polonia de la Unión Soviética en la motivación de los personajes, cuyos reflejos no podrían sino ser un espejo de la crítica del director, quien tuvo la oportunidad de vivir en ambos países. La dualidad de ambas protagonistas – excelente papel de Jacob dicho sea de paso – podría servir para hacer trascender lo político a lo humano, donde se es más difícil difuminar el blanco del negro y solo nos quedan los grises; cual conflicto interno del director para aún lejos de su patria, plasmar poéticamente el conflicto de su tierra natal.
Lo cierto es que, entre estos destellos de historia, encontramos un erotismo mezclado con sufrimiento, con recuerdos y anhelos que, mostrados de forma muy artística, nos recuerdan que a veces la vida nos maltrata. ¿Quién es más libre? es una cuestión que flota sublimemente entre la música y las marionetas y nos deja un sabor a realidad al acabar.
Unicidad: Los destellos de fantasía, drama y misterio se mezclan sutilmente para darnos esta obra. Definitivamente una joya a apreciar, pero no lo suficientemente única para alejarse de otros directores que en algún momento utilizaron la misma fórmula. Podríamos alegar que el contexto político es nuevo, pero igual fue la representación femenina del Buñuel de los 50s y 60s con su surrealismo característico. No obstante, obras como estas, donde el director te envuelve para que seas tu quien saque sus propias conclusiones, no se encuentran todos los días. Definitivamente una obra para repensar y observar al menos una segunda vez.